sábado, 16 de septiembre de 2017

sobreviva México

Dos cosas pasaron ayer que me hacen volver a esta ventana.

Una, ver Carne y arena, lo último del genio combinado de Alejandro González Iñárritu y Emmanuel Lubezki. Y debería decir "vivir": la realidad virtual llevando el cine a sus extremos sensoriales (¿acaso no nació para eso?). Más allá del prodigio técnico, la experiencia evidencia varias lecciones morales, entre ellas, el fracaso de México y de sus vecinos del sur en proteger a sus ciudadanos.

La otra tiene que ver con esto mismo: el hallazgo del cuerpo de Mara Castilla, una estudiante de diecinueve años que había desaparecido después de tomar un Cabify. Fue el conductor quien la mató en un motel. Un psicópata, sin duda. Pero un psicópata que entendió lo fácil que es violar y matar a una mujer en este país, donde solo se resuelve el uno por ciento de los delitos. (No hace falta tener una hija para que resulte insoportable pensar en esa muchacha, confiada e indefensa, en ese coche rumbo a la muerte.) En España, la violencia contra las mujeres –generalmente intrafamiliar, por mano de su pareja o ex pareja– es un escándalo. En México, cualquier hombre puede matar a cualquier mujer, simplemente porque puede, y simios que ostentan cargos públicos se permiten declarar que a las mujeres les pasa lo que les pasa por "liberales".

La impotencia y la tristeza es tal, que yo no sé muy bien qué sigue. Por lo pronto, mañana domingo se sale a la calle. No encuentro ahora ninguna muestra mejor de amor a esta patria.



No hay comentarios: