Entre mi casa y la calle solo hay cristales. El efecto de esta luz de nube es mayor. Luego está el huésped que me habita. Una prisión de hormonas. Sueño con monstruos y con muertos. Estoy como los habitantes de aquella estación cerca de Solaris. Solo que sin alicientes, claro...
***
Ayer se murió Lichi, tan noble y tan divertido. "Quién soy yo para escribir trescientas páginas, si en el fondo uno solo tiene tres o cuatro cosas que decir..."