viernes, 30 de abril de 2010

Jacobo Siruela, el placer de editar

A principios de los ochenta, Jacobo Fitz-James Stuart, conde de Siruela (Madrid, 1954), fundó y bautizó con su título nobiliario una editorial que se convertiría en referente. La vendió siendo una empresa próspera y prestigiosa en el año 2000 para centrarse en el proyecto exquisito y artesanal que lleva a cabo junto a su mujer, Inka Martí, desde su masía en el alto Ampurdán: Ediciones Atalanta. Un lustro de vida y casi medio centenar de títulos en el catálogo lo hicieron venir a México a presentarla.

Los editores suelen quejarse de su relación con los autores. Tú pareces haberlo solucionado publicando mayoritariamente a escritores muertos.
Bueno, yo no he tenido relaciones muy conflictivas con los autores, la verdad. Es cierto que mis autores vivos están lejos: uno vive en Tokio, otro en Uttar Pradesh, otro en Nueva York... De todas formas creo que es un conflicto necesario. Cualquier relación humana es conflictiva, más cuando hay intereses de por medio. Yo lo he solucionado un poco como casi todo: saliéndome por la tangente.

De las expectativas que tenías hace casi cinco años para Atalanta, ¿cuál se ha cumplido y cuál no?
Podemos estar razonablemente satisfechos, porque el sello se ha implantado bastante bien en España. Faltaba Latinoamérica, donde se vende poco, porque los libros son caros y porque hay que hacer política de marca. Por eso hemos venido a México. Yo no podía venir con tres libritos; ahora, con 43 libros, era el momento, y seguramente volveremos en diciembre. Yo he tenido una relación muy buena con México; en general con Latinoamérica. Siempre he sentido muy afín la sensibilidad latinoamericana.

Pienso que los editores españoles han conquistado el mercado editorial latinoamericano pero quizá les falta profundizar en la realidad del continente...
Bueno, es una verdad a medias, porque también se publica bastante literatura latinoamericana en España. También Latinoamérica vuelve la espalda a España: en muchas partes de Latinoamérica no se publica literatura española. Es una cosa recíproca.

¿Puedes poner un ejemplo?
Es bastante notorio, no hay que poner ejemplos. Yo sé que hay editores que han llevado los autores españoles a Latinoamérica y no se han vendido. Hay una especie de interés y desinterés: son dos realidades culturales que están condenadas a estar juntas. Es un mismo mercado, una misma lengua y una cultura diversa. Pero quizá no soy el más indicado; eso tendría que explicarlo un editor que publica autores latinoamericanos en España.

El gran éxito de Atalanta.
La historia de Genji: increíble que hayamos vendido doce mil y pico ejemplares.

Y un fracaso o una decepción.
En realidad, fracaso estrepitoso ninguno; es decir, los fracasos son mil y pico, y ahí se detienen las ventas. En España nos suelen ir mejor los ensayos que los cuentos, curiosamente, aunque Conrad va por la segunda edición, como Vivant Denon; Oscar Wilde va por la cuarta...

Has dicho en alguna entrevista que no fundaron Atalanta por motivos comerciales, pero eso no querrá decir que no te deja...
Siempre he dicho en broma que trabajo para no perder. Lo que pasa es que me estoy metiendo continuamente en libros que vacían las arcas de cualquiera. La Historia de mi vida de Casanova, por ejemplo, me ha costado ciento treinta mil euros. Evidentemente ya se han vendido más de tres mil ejemplares y hemos cubierto gastos. Pero siempre estoy intentando hacer posible lo imposible.
¿
Se necesita ser rico para tener una editorial así?
No, no. Yo fundé Siruela con bastante poco dinero. Con Atalanta sí metí dinero, pero como La historia de Genji fue el tercer libro, lo recuperé rápidamente. Claro, al principio hay que tener cubiertos los gastos de los primeros libros, de la página web, etcétera. Una pequeña editorial tiene gastos muy pequeños, una capacidad de reacción muy rápida, y todos tus movimientos son mucho más rentables que en las grandes empresas.

¿Cómo organizas el trabajo desde la lejanía de la masía?
Yo trabajo para Atalanta por la mañana y desde el ordenador se hace todo. Por eso siempre he dicho que es una editorial que funde lo campestre con lo cibernético. Sin el ordenador, no hubiéramos podido hacer Atalanta. A través del ordenador se procesan los textos, se hace el diseño, se envía a la imprenta; toda la investigación que hacemos de los libros se hace a través de internet, y los libros los recibimos a través de Amazon o de David’s Books. Soy muy partidario de lo electrónico, porque creo que es lo más interesante que ha pasado en la cultura en los últimos veinticinco años. Ahora he elogiado los blogs y ha tenido un eco increíble en los medios mexicanos. He tocado una fibra sensible de una manera azarosa, porque lo único que he hecho es contar mi experiencia. Nosotros publicamos a Masud Naiyer, que vive en Uttar Pradesh y sobre el que ni su propia agente sabía. El comportamiento de los críticos en periódicos y suplementos normalmente sería muy convencional: “Puf, un indio, y desconocido, y de Atalanta, debe de ser raro; si fuera de Anagrama...” Y de repente tres blogs lo han descubierto y han escrito críticas entusiastas y lo han recomendado como el mejor libro del año. Los blogs están más en la realidad, son más ágiles, y se dirigen a veinte mil personas, pero todos amantes de la literatura, o sea que el eco que pueden tener es muy grande. Es verdad que si sale una crítica en El País se dispara la venta, y esto con un blog no se puede saber. Pero intuyo que es importante.

¿Y ya tienes Kindle?
No estoy interesado. Yo voy a seguir haciendo el libro tradicional. Pienso además que el libro que hacemos es un libro del siglo XXI, que se seguirá haciendo, y que la tecnología de Gutenberg es perfecta. Son los grandes grupos los que están interesados en eso. Yo soy defensor de lo artesanal, entonces estoy en otra posición. Esto no es pasar del barco de vela al barco de vapor: es una opción más. Yo creo que se ha dado una noticia que no se ha producido, que promete una expectación creada artificialmente, muy vinculada también al negocio, a la expectativa de beneficios. Veremos en los próximos años cómo se desenvuelve.

¿Dónde reside el secreto para acertar?
En qué se basa el tahúr: en su técnica, en su experiencia, pero finalmente acierta por algo que ni él sabe. En este oficio no se puede saber. Yo me meto en la impresión enorme de Casanova y puedo saber cómo promocionarlo; sé que la prensa, cuando yo les explique que es un libro importantísimo, se va a entusiasmar. Y claro, este es el Casanova auténtico, con dos mil notas y doscientas páginas de índice onomástico; luego puede venir otro y hacerlo a dos pesetas y fastidiarte. Pero oye, estas son las leyes del tahúr, que no se queja del casino. Los lloriqueos no van conmigo.

Te hará gracia saber que a la vuelta de mi último viaje a España estuvieron a punto de abrirme la maleta: el bulto de las memorias de Casanova les parecía una suerte de artefacto explosivo...
Es que lo es.

¿Qué es lo más difícil de una editorial como Atalanta?
La edición en general es dificilísima. El proceso de producción hasta que llega al lector depende de tantas personas y tantos pasos técnicos e intelectuales... El lector no sabe la información tan sofisticada que conlleva un libro. Para mí es el objeto platónico por excelencia.

Y eso que Sócrates estaba en contra de los libros...
Decía Schopenhauer que un hombre de genio no podía no escribir, y que además Sócrates tenía panza, lo cual no es de hombre de genio.

Pero no me has dicho qué es lo más difícil para ti.
Cada libro es distinto, tiene problemas diferentes. En uno puedes tener problemas con el autor, en otro con un traductor, en otro con las correcciones, en otro con la imprenta, con la distribución o con la promoción... Esto no es sencillo, y la complejidad no se puede explicar en pocas palabras.

¿Echas de menos Siruela?
No. Yo me he reinventado totalmente. Para mí fue triste dejar todos los autores, pero yo no estaba por la labor de hacer una Siruela dos, llevarme a los autores, ese tipo de cosas. Era mejor empezar de nuevo con otro proyecto cultural, desarrollando las tres ideas del catálogo, llevar una labor de investigación y disfrutar con el trabajo, que es lo que nosotros hacemos. Yo he querido recuperar el placer de editar.

¿El apellido te ha pesado más que ayudado, o viceversa?
Esa siempre es una arma de doble filo. Al principio, por ejemplo, el impresor se fiaba de mí, pero luego en el mundo literario era “¿y este señorito que hace aquí?” Pero, en fin, yo siempre he vivido al margen de todo eso. Me he concentrado en hacer mi trabajo al margen de mi familia o de mis circunstancias sociales. ~


(Publicado originalmente en Letras Libres –México núm. 136, España núm. 103–, abril de 2010.)

miércoles, 7 de abril de 2010

todo se pega menos la hermosura

David Razú, promotor de la ley sobre el matrimonio homosexual

“Nunca en la historia de México la adopción ha estado prohibida por razones de orientación sexual”

David Razú Aznar (Ciudad del Carmen, Campeche, 1974) maneja a la perfección las maneras políticas –aliteraciones pertinentes, énfasis en las ideas, uso del vocativo con el interlocutor– y fomenta el uso de las plataformas sociales en internet (pueden seguirlo en Twitter en @drazua) para comunicarse con el ciudadano. Su partido, el Socialdemócrata, perdió el registro nacional por insuficiencia de votos en las últimas elecciones, pero sí logró colarse en el congreso del DF. Como presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa capitalina y asociándose al PRD, Razú ha conseguido que el pleno aprobara la ley sobre el matrimonio homosexual, que junto a la aprobación del aborto libre durante las doce primeras semanas de embarazo hace del Distrito Federal un modelo en el mundo en materia de derechos sociales.

¿Cómo fue el camino de la propuesta de ley del matrimonio homosexual hasta que se convirtió en ley?
La iniciativa era parte fundamental de mi propuesta de campaña para el Partido Socialdemócrata y fue impulsada por una creciente red de organizaciones sociales que comenzaron a ejercer cada vez mayor presión. (Es importante decir que la pérdida del registro del partido vino de la votación nacional, no de la local: en la local sí obtuvimos los votos necesarios.) Lo que hice fue acercarme a aquel grupo parlamentario que tuviera la igualdad como bandera y como motor fundamental, y eso es desde luego el PRD. La ruta lógica era hacer un acuerdo con ellos. Desde antes de que comenzara la legislatura, hicimos público un acuerdo que se llamó “Alianza de Izquierdas”, por medio del cual me adhería al grupo parlamentario –no al partido–, y el PRD se comprometía a impulsar la agenda socialdemócrata, en particular este tema de los matrimonios entre personas del mismo sexo. Ya entrada la legislatura hubo mucho diálogo con los otros grupos parlamentarios, y muy buena respuesta del PT, de Nueva Alianza… En fin, fue posible irla avanzando. También teníamos un creciente apoyo social. Se fundó alrededor de estas reformas la red social Sociedad Unida por Nuestros Derechos, que cuando subimos la iniciativa al pleno, el 24 de noviembre de 2009, tenía más de doscientas organizaciones. Para cuando se aprobó la iniciativa, eran casi seiscientas organizaciones en la red.

Hay dos Méxicos muy distintos: está el DF y luego el resto de la República, algunos de cuyos estados presentaron impugnaciones a esta ley. ¿De veras crees que hay apoyo social mayoritario en México, o que es más bien la capital contra una provincia todavía conservadora?
El otro día leía en Twitter que lo increíble no era que hubiera matrimonio entre personas del mismo sexo y despenalización del aborto en México: que lo increíble era que en México existiera el DF. A mí me parece que lo que está pasando es un reflejo de la sociedad capitalina, y no lo veías antes de la democracia porque estábamos limitados; nada más hacía falta abrirle la puerta a la sociedad, una sociedad avanzada, una sociedad cosmopolita y que cree más en los derechos humanos. Eso por lo que corresponde al DF. En cuanto a los estados que presentaron las controversias, ya viste que las seis fueron desechadas por la Suprema Corte de Justicia. Ahora, si hay o no un apoyo mayoritario es algo que en el debate de los derechos humanos no debe ser el centro de la atención. De hecho, históricamente, la lucha por los derechos humanos se da en un ámbito y en un ambiente contramayoritario. Lo mismo ocurrió en su momento cuando se dio la existencia del matrimonio civil, que fue un escándalo. Nadie se quería casar. Y después, cuando se le dio el voto a la mujer. Son hitos en el avance social que no deben valorarse con respecto a la posición que las mayorías tengan. Si vivimos en democracia es precisamente para garantizar que no sean pisoteados los derechos de las minorías. Por eso, todos esos planteamientos de llevar esta reforma a referéndum y cosas por el estilo son absurdos. Desde luego, estoy convencido de que las reformas van a permanecer, y que la Suprema Corte de Justicia va a fallar en contra de la inconstitucionalidad ominosa promovida por el Gobierno Federal. Creo que el Gobierno Federal con esa acción no discrimina exclusivamente a las parejas del mismo sexo, discrimina a todo el mundo: todos aquellos que no vivan en una familia biparental heterosexual, según el procurador y el presidente de la República, no son sujetos de la protección de la ley.

Estás familiarizado con los casos de España o Gran Bretaña. ¿Cuál sería tu modelo de sociedad ideal, que exista ya?
Esa es una pregunta difícil de contestar, porque no puedes hacer una extrapolación de ninguna legislación de otro país. La diversidad y la historia mexicanas son tan particulares… Sí me imagino un modelo de ciudad, un modelo de sociedad y un modelo de país, pero no lo podría vincular con alguno que ya conozca, independientemente de que haya muchas sociedades que yo admire, que me parezcan proclives al desarrollo y a la felicidad de su población. Ahora, si bien es cierto que en España la aceptación era mayor –que no mucho mayor en términos estadísticos, comparando 2005 de España con 2009 de México–, también la resistencia fue brutal. Yo me acuerdo de una marcha con obispos al frente con quinientas mil personas en la calle, en contra de las reformas. Avanzar en las libertades siempre tiene enemigos irreductibles.

Algo revolucionario en esta ley es que las parejas pueden adoptar niños. Es el punto donde los críticos a la ley son más duros. ¿Cómo lo defiendes?
Primero, yo no lo tengo que defender. Más bien tendrían que defender su posición los que se oponen, que no han sido capaces de producir un solo argumento válido, solamente descalificaciones y opiniones. Segundo, la estrategia que ha tomado la derecha con respecto al tema del matrimonio entre personas del mismo sexo ha sido la de la desinformación permanente y la mentira. Nunca en la historia de México la adopción ha estado prohibida por razones de orientación sexual. Nunca. En esta reforma no tocamos un solo artículo referente a la adopción. Ni uno. Aquí se hicieron reformas para el matrimonio exclusivamente. Por qué, si están tan preocupados por el tema, no impugnaron esto hace cincuenta años, o hace treinta, o hace veinte, ¡si siempre se ha podido adoptar! Por qué resulta que de pronto es lo que les preocupa. Porque están conscientes de que, como decía Einstein a mediados del siglo pasado, es más fácil romper un átomo que un prejuicio, y como se han dado cuenta de que en el Distrito Federal con toda claridad hay una mayoría de personas que está a favor del tema de matrimonio, se han ido al tema de la adopción, para golpear donde la gente tiene menos información. Han engañado abiertamente a la sociedad diciéndole que legislamos para adoptar, pero lo peor y más grave: que la adopción está mal, o que les genera algún tipo de problema a los niños. No dicen cuáles son esos problemas, cuál es el sustento que tienen, de dónde lo sacan, por qué lo dicen. Prácticamente todas las academias serias del mundo que se han metido a estudiar esto –y tenemos los estudios en www.sociedadunida.org–, han demostrado con estudios empíricos que la orientación sexual de los padres no tiene ninguna relación con el desarrollo de los menores. Pero no se dan cuenta de que al hacer lo que hacen están atacando a niños, a los cuales les están diciendo “tú no tienes derecho a que se reconozca tu familia”. Porque las familias homoparentales con niños existen; no estaban esperando a que viniera un legislador o un grupo legislador a darles permiso. Lo único que estamos haciendo es darles el reconocimiento.

¿Cuál ha sido el argumento más cavernícola que te has encontrado en los debates del pleno?
Bueno, rayan hasta en lo divertido. En particular, el de un jerarca religioso de León, que dijo que el terremoto de Chile había sido por culpa de las reformas del matrimonio. De ahí, para abajo. El que más me ha preocupado es el que ha venido por parte del PAN, diciendo que iban a proteger a nuestros niños de deseos perversos y antinaturales que atentan contra sus derechos. Hacer una campaña como esta por parte de un partido político, financiado con recursos que provienen de nuestros impuestos, me parece una falta absoluta de ética política. Acción Nacional ha dejado mucho que desear como partido político y como institución.
Antes te preguntaba por esos dos Méxicos que se ven, el DF y el resto del país.

También creo que dentro de esa izquierda a la que te asociaste dentro del DF hay muchas diferencias. Me acuerdo, por ejemplo, en los plantones de 2006 organizados por López Obrador, cómo había carteles claramente homófobos referidos a miembros del PAN. ¿Qué opinas?
El PRD es un partido de masas, en fin, tiene un electorado muy amplio si se compara con los partidos emergentes. Pero me parece que cada vez hay un mayor esfuerzo en el PRD por desarrollar de manera efectiva su plataforma programática, en donde estos temas sí están. Una de las cosas que yo señalé públicamente en varias ocasiones es que para el PRD fue fácil adoptar estas reformas en el DF porque es congruente con su programa. Desde luego siempre hay cuadros y siempre hay representantes populares que pueden ir en contra de estos lineamientos. Y no sólo en el PRD; en el propio Partido Convergencia, que se postula socialdemócrata, por ejemplo, acaba de salir un diputado de apellido Tonalzin en Tlaxcala con una iniciativa para penalizar el aborto. De nuevo, me parece que el tema tiene que ver también con el DF/resto del país. Lo que quiero decir con todo esto es que la izquierda en su conjunto, si bien no está perfectamente alineada con las reformas liberales, poco a poco va acercándose cada vez más a la defensa de las libertades, al menos muchísimo más que el PRI o que el PAN. Es un proceso en el que quienes podamos tenemos que abonar, pero también es del espacio ciudadano, en el que yo creo mucho. El segmento más liberal de la población, que más cree en las libertades y en los derechos humanos, está en el espacio ciudadano.

Y sin embargo, un partido como el Socialdemócrata, que presentaba todas esas propuestas modernas, perdió el registro a nivel nacional.
Es también muy difícil hacer una valoración precisa de esto. Por una parte, hubo un impacto importante por parte del movimiento anulista, y habría que revisar también cuáles son las estrategias y los planteamientos que hicieron estado por estado y a nivel nacional, porque en el DF sacamos incluso más votos que Convergencia. Pero es materia de otro debate. A mí no me parece que la sociedad no esté preparada para una propuesta socialdemócrata; me parece más bien que no la supimos comunicar.


(Publicado originalmente en el blog "Otras voces", de la revista Letras Libres, el 7 de abril de 2010.)

martes, 6 de abril de 2010

seis de abril

A mi pareja no la destruirá nada o la destruirá el fútbol. Esos seis kilos y medio a los riñones y bajo la lluvia para ir a trabajar. Me da la gana culpar al Barça.

El sábado mi hija va a estrenar su uniforme oficial del Real Madrid.

más puestas en escena

Después de ver esta entrevista sin lágrimas, no tengo más remedio que recuperar algunas palabras de Arcadi Espada sobre aquella célebre pregunta de Iñaki Gabilondo a Felipe González sobre los GAL:

Esa pregunta que Iñaki planteó no tiene ningún tipo de posibilidad de respuesta periodística, tiene una posibilidad de respuesta teatral. Pero yo hablo de periodismo y naturalmente eso no fue sino un balón listo para que el otro remate a gol con la puerta vacía. Y hay otra cosa muy importante, un problema que yo no trataba en la columna, pero que para mí es muy importante: esa es una pregunta que no se debe hacer nunca, pero no sólo por razones morales, sino porque ¿cuál es la autoridad que asiste a Iñaki para hacer esa pregunta? ¿Tiene alguna prueba de eso que dice? Es decir, una prueba significa: ¿puede usted repreguntar eso que dice? En el fondo, si lo pensamos profundamente, lo que hace Gabilondo es acusar sin pruebas. Si usted le pregunta a alguien: “¿Es usted un asesino, ha matado usted a tantas personas?”. Esa persona puede perfectamente responderle “Oiga y ¿por qué me hace usted esa pregunta, tiene alguna prueba de lo que dice?”. Y si usted no la tiene, pues tendría que enfrentarse a ello. (Letras Libres España, mayo de 2006).

Y hablando de Espada, y a propósito de las estrellas de rock, él mismo me lo recordó por imeil y aquí están las palabras exactas:

"Los medios tienen que hablar de los terroristas; incluso hablar con los terroristas. Baste que no olviden que la única razón que justifica hacerlo es el asesinato, que los terroristas están en los medios por asesinos y que esa es su única fama". (Diarios, 2002).

(Esperaba volver al rincón con historietas de las mías y no hecha una microarcadita ¡pero es que Televisa no me da tregua!)

domingo, 4 de abril de 2010

dos estrellas de rock



"Tenía mucho interés en conocerlo", le dice el señor narco al Periodista. Y el Periodista no le contesta: mire qué cosas, usted queriéndome conocer a mí y tantos reporteros a los que matan por pretender investigar cualquier verdad relacionada con el narcotráfico, por qué mejor no nos vemos en la cárcel cuando lo detengan. No. El Periodista le da –"con naturalidad"– las muchas gracias.

Así que no extraña pasajes como este, paradigma del encuentro:

-¿Cómo se inició en el narco?
Su respuesta me hace sonreír.
-Nomás.
-¿Nomás?
Vuelvo a preguntar:
-¿Nomás?
Vuelve a responder:
-Nomás.
Por ahí no sigue el diálogo y me atengo a mis propias ideas: el narcotráfico como un imán irresistible y despiadado que persigue el dinero, el poder, los yates, los aviones, las mujeres propias y ajenas con las residencias y los edificios, las joyas como cuentas de colores para jugar, el impulso brutal que lleve a la cúspide.


Por ahí no sigue el diálogo. Me atengo a mis propias ideas. Nomás.

jueves, 1 de abril de 2010

indicios del subdesarrollo

Han detenido a una joven en Campeche por abortar. Las leyes de ese estado no sólo prohíben el aborto sino que lo penan, como reacción a la ley del Distrito Federal de 2007, que sí lo permite libremente las primeras doce semanas. La provincia mexicana gobernada por el PRI y el PAN ve a la capital peor que Noé a Sodoma, y con las nuevas leyes que permiten el matrimonio entre homosexuales, ni te cuento. Una podría pensar simplemente que los carden, si no se llevaran por delante los derechos humanos.

Veinte años. Atolondrada. Y el novio, otro prenda, sin condón. Se queda embarazada y la amiga le dice que sabe de unas pastillas que le resuelven el problema. Las pastillas le provocan una hemorragia peligrosa. Al hospital. Y en el hospital, una trabajadora social la denuncia. Antes de haberle dado el alta, convaleciente aún y triste –un aborto, querido o no, es una pérdida extraña y una descarga hormonal que pone a la mujer patas arriba–, ya sabe que le pueden caer de uno a tres años de prisión.

Si las autoridades fueran tan eficientes a la hora de detener criminales. Y la gente tan pronta a denunciarlos.