sábado, 31 de marzo de 2007

colorín

Un pájaro rojo (completamente rojo) revolotea todas las mañanas por el jardín de la casa de Tepoztlán. Si una desenfoca la mirada al árbol donde está quieto, parece, contra el verde, una gigantesca gota de sangre, o una amapola, o el pañuelo olvidado de un guerrillero...

viernes, 30 de marzo de 2007

centro histórico

Sobre el lago petrificado de Tenochtitlan, un oleaje de calles torcidas por los temblores, un escaparate de quillas barrocas varadas entre ambulantes, un sostén apenas fuerte para iglesias -¿veleros?- arrodilladas.

jueves, 29 de marzo de 2007

Fonda 99.99

"Como no te guste este lugar, te monto en un avión de vuelta a España". Jefe, tráiganos tres Montejo. Una sopa de lima. Dos panes de cazón. Una orden de cochinita pibil. Otra de pavo en escabeche. Panuchos de queso (y pide más de cazón). "En Yucatán hicieron de la grasa de cerdo una cocina". Y dos órdenes de taquitos de queso. "Los yucatecos agarraron el gouda de los piratas, lo mezclaron con maíz, carne molida y frutas secas y lo llamaron queso relleno; y a quien no le guste el Caribe que se chingue". Otros dos taquitos más, Santos, no me hundas. Niñas guapas al lado: "¿Verdad que el Humberto es el mismo restaurante?"; el jefe no bromea con ellas: "el nuestro es mejor" (y tiene razón, aunque ambos comparten el baño). Y dos cafés de olla, más todas las cocacolas lait que este otro señor pida. No puedo más: sudo tortillas fritas en manteca de puerquito. Basta. Vámonos a paseo. La cuenta, jefe: unos ocho euros por (generoso) estómago.

Todavía no vuelvo a España.

miércoles, 28 de marzo de 2007

taxi

El taxista mexicano, ese inaudito personaje que habla bajito y no escucha la Cope.

martes, 27 de marzo de 2007

de aquel Paco

Llueve, corre, mira...

lunes, 26 de marzo de 2007

viejas (y buenas) ideas

Cuando las minas de Riotinto pertenecían a los ingleses y a la empresa la llamaban "La Compañía" (por Río Tinto Company Limited, que por cierto sigue existiendo), la paga la cobraban las mujeres de los mineros: era el modo, victoriano y, claro, efectivo, de evitar que los salarios acabaran en apuestas o aguardiente.
Curiosamente, el moderno sistema de microcréditos fundado por Muhammad Yunus, que tan buenos resultados ha dado en países como Bangladesh o el mismo México, se basa en la misma idea: denle el dinero a ellas, que sabrán administrarlo mejor.

domingo, 25 de marzo de 2007

Raval

Aunque tiene ya sus años, es lo último que he leído de Arcadi, Espada y faro del periodismo (ese noble oficio demodé que se ocupa de la verdad). El libro desmonta una mentira policial, judicial y periodística: la desarticulación de una red de pederastas en el barrio del Raval en el verano de 1997. Esa mentira llevó a la cárcel a inocentes y separó injustamente a hijos de sus padres durante más de un año. Lo peor: que la mentira se orquestó en nombre de la bondad (de bienintencionados está empedrado el infierno), porque ¿cómo un paidófilo no va a ser culpable? Les urge leerlo.

Sobre el maestro Espada, rescato una pequeña crónica, del 26 de julio de 2006, de la primera vez que me atreví a saludarlo:

"Acabo de llegar de la primera sesión del curso que da Arcadi en la universidad de Aranjuez, y constato con tristeza y resignación que: uno, los jóvenes periodistas y no periodistas españoles siguen subidos al guindo de la inocencia y el buenismo más ignorante, y dos, que a Espada... ¡no le entienden el humor! (y por tanto, no lo entienden).
Como maestro periodista, dio una clase magnífica, concisa y certera, sobre la relación de los blogs con el periodismo (qué es periodismo, qué es un blog, por qué los blogs no son periodismo y de qué manera sí pueden ser una buena herramienta periodística). Como maestro provocador, no lo vi tan incisivo como en otras muchas ocasiones, pero hete aquí -y por eso es un maestro- que igualmente provocó...
No, no, ningún nacionalista catalán le echó en cara un "españolista" más o menos subrepticiamente, disfrazado de federalismo progre. Ni hubo quien le preguntara sobre la "idea de España". Al fin y al cabo, en el aula éramos casi todos periodistas atendiendo a una clase estrictamente sobre periodismo, no había mucho lugar para la política, y así lo entendí: que entre profesionales, siendo Arcadi eminentemente un periodista, y un periodista en busca constante de la esencia del periodismo, o sea, de la verdad, o sea, de los hechos, poca polémica habría. Pero me equivoqué, repito. ¿Sabes qué enervó a los jóvenes idealistas? ¡El dinero! Que dijera que era un profesional de la escritura y que por tanto, cobraba por ello siempre.
Preguntas infantiles cuando no enervantes dieron pie a los momentos estelares:

Alumno: ¡Pero eso de cobrar va en contra de los principios de la blogosfera!
Arcadi: Es que no sé qué es la blogosfera, me parece demasiado redondo, prefiero bloguería. Y además, soy experto en que me excluyan de comunidades: siempre "usted no pertenece a Cataluña porque va en contra de los principios catalanes", y ahora "usted no pertenece a los blogs porque no cumple los principios blogosféricos"... Vaya por Dios. ¿Alguien puede decirme qué principios son esos?

Alumno: Eso de que si le pagaran por no escribir, dejaría de hacerlo, va en contra de la ética profesional. Imagínese a un médico al que le pagaran por dejar de operar...
Ricardo Pérez-Amat [el moderador]: Mira, precisamente conozco el caso de un catedrático de la Rey Juan Carlos al que le tocó la lotería a lo grande [dio nombres], y tanto él como su mujer, cirujana, dejaron de trabajar.
Arcadi: Claro, yo con eso tengo un problema, porque no juego a la lotería. No juego porque no me parece bien, soy un poco calvinista.

Paloma Rupérez Rubio [dizque profesora universitaria]: Arcadi, todos conocemos tu pasado, porque todos tenemos un pasado, y tu trayectoria hasta hoy, cuando parece que tienes una nueva identidad [sic]. Creo que la pregunta nos servirá a todos: ¿desde dónde escribes y para qué?
Arcadi: ¿Para qué? Por dinero, lo digo muy seriamente. ¿Desde dónde? Me temo que es una metáfora...
Paloma: No es una metáfora.
Arcadi: Sí, mujer, porque si te digo que desde un ático, no te valdría.
Paloma: Quiero decir, ¿de qué vas?
Arcadi: ¿Tengo que contestar a eso?
Pérez-Amat: Que contesten sus lectores...

En descargo de la increíble Hulk -o masa-, diré que el maestro llegó tarde, lo que unido a su mirada difusa (por miope) puede que esparciera de antemano en el ambiente el perfume de una presunta soberbia. De otro modo, no me lo explico..."

sábado, 24 de marzo de 2007

parque temático

Santos Coy, de lo mejorcito en mi clase, me cuenta una noticia sobre la que quiere investigar. Como es un graciosito (especialista en pies de fotos), y aunque es el único que lee periodismo decente y en inglés, no le creo; pero me deja con la amiga curiosidad mordiéndome la espinilla. Y resulta que tenía razón.

Si sólo existieran en parques de atracciones...

viernes, 23 de marzo de 2007

noticias de la batalla

Una victoria por una derrota. Y una sugerencia: la autobiografía de Ayaan Hirsi Alí, Mi vida, mi libertad, que ha publicado Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores.

Recupero para todos aquel mensaje sobre nuestro emocionante encuentro con Ayaan, aquella mujer sentada al fondo de un salón inmenso del hotel Ritz, custodiado por varias barreras de policías nacionales:

Ayaan -que sufrió en su niñez la mutilación de sus genitales- huyó de su familia a los 22 años cuando iba camino de Canadá para casarse con un hombre que no conocía. Pidió refugio en Holanda, donde ha aprendido a ser una mujer libre, y una de las políticas más lúcidas en la crítica al multiculturalismo y la corrección política hacia el islam. Por supuesto, vive amenazada de muerte.
Acaba de publicar el libro Yo acuso, una defensa de la emancipación de las mujeres musulmanas desde el mismo islam. Y no resaltando los aspectos positivos del Corán, como suelen hacer los multiculturalistas, sino destripando la perniciosidad de las enseñanzas de Mahoma. Su tesis es que la opresión a la mujer no afecta solamente a la mujer, sino a toda la sociedad: pasa que, además de ser mujeres oprimidas las que educan a los hombres, y todo acaba en un círculo vicioso y enfermizo, esas sociedades están desperdiciando el 50 por ciento de su potencial de trabajo. (Bueno, dice muchas más cosas, pero ahí está el libro, que os recomiendo...)
La fama que le han creado de dura y radical -entre otras razones, porque pasó del partido socialdemócrata al liberal por no soportar la tibieza y la hipocresía de los primeros- se viene abajo en cuanto estás delante de ella: no sólo es hermosa por su rostro eritreo y su piel de ébano; es que su voz suave, su dulzura firme, su claridad de ideas, su simpatía, resplandecen en cada chispa de sus ojos negros. Fue como estar delante de la Historia: porque si no la matan -confío en que no- va ser una persona fundamental e imprescindible para este mundo en los próximos años.

Y el documento (del) maestro.

Coda
Dos holandeses en el Covadonga: "Hirsi Alí es una oportunista". La progresía borracha no tiene remedio...

jueves, 22 de marzo de 2007

historias de ida y vuelta II

Sala de espera de un doctor en Médica Sur, complejo hospitalario donde los edificios parecen hoteles de lujo. Sobre las 18:00. Un señor alto, de unos setenta años, se acerca a la ventanilla de la enfermera:

"Buenas tardes"

Un buenas tardes sin eses ni separación ni ortodoxia, por donde se cuela un acento andaluz más que sin disimulo, con presunción. Y rellena algún papel, que devuelve a la señorita: "Tome, pa que centretenga". La curiosidad me muerde una espinilla:

- Perdone, ¿de qué parte de Andalucía es usted?
- ¿Yo?, de Málaga [a final, casi e] ¿Por qué? [e final, casi a]
- Me llamó la atención su acento: yo soy de Huelva.
- ¿De Huerva? Calegría encotrarme arguien de la tierra.
- ¿Lleva mucho en México?
- [Va a decir algo, calla por un momento, me mira pícaro] Ná má que cecentayún año.
- [Hago cuentas, un segundo] ¡En 1946! ¡Si parece que salió ayer de La Malagueta! No se le ha pegado nada el acento.
- ¿A mí? A mí no ce me pega ná. Ni la tortilla: no cé ni comermun taco.

Lo que es salir de una patria por obligación... Este hombre (Esteban se llama) vive en un lugar que no existe: su España es una joya idealizada por el tiempo y la distancia, y su México, una mesa en el Casino Español donde se atrincheran los últimos andaluces del exilio.

"Está mal de la cabeza", sentencia RCG. Estoy bastante de acuerdo.

miércoles, 21 de marzo de 2007

primavera

AQUÍ
No se aguanta la manga larga. 27ºC y aire seco. Luz violeta jacarandá, fucsia buganvilia, y verde, increíblemente verde (raíces constríctor rompen las aceras). Y qué placer pasear en la noche primaveral del altiplano...

ALLÍ
Cinco comunidades del norte del país siguen en alerta a causa del temporal de nieve. Carreteras cortadas, colegios cerrados, pueblos aislados. Cota de nieve en los 300 metros. Y qué frío del Hades tendrán que abrigar las aceras de Madrid...

TÍTULO DE LA CANCIÓN
Mi cambio climático

martes, 20 de marzo de 2007

teléfonos de México

Marcas un número de teléfono, y al otro lado, una mujer robótica empieza diciendo, amabilísima: "Hola, seguro que por razones a su propia voluntad [sic, con ese cinismo], le ha sido imposible abonar el último recibo de Telmex", para acabar amenazando, también amabilísima, con cortarte el servicio. Esto pasa a veces porque el recibo llega, por ejemplo, el día 27 con la obligación de pagarlo el 26, o porque como a mí, se traspapela un mes. Como en este país nadie se fía de la domiciliación bancaria, porque probablemente te acaban sisando dinero, a los pocos que la usan les acaban efectivamente sisando dinero, y el resto paga o en el banco o, cuando la señorita de marras aparece en el auricular, en las oficinas de Telmex.
Las oficinas de Telmex tienen el aire -aséptico, feroz- de una delegación de Hacienda, y en ellas hay mesas donde te venden "productos", mostradores para "informes" y cajas en las que pagar (unas diez, pero sólo tres funcionan).
"Buenos días, señor, disculpe una pregunta [el protocolo mexicano del saludo se mueve como mínimo entre estos parámetros de educación]: el jueves pagué mi recibo de febrero [el extraviado, pero eso no se lo dije], no me avisaron de que adeudara nada, y el viernes recibí el de marzo con la cantidad de febrero y la de marzo". Silencio al otro lado, mientras consulta en la computadora (ordenador). Me dice la cantidad: es sólo la de marzo. "¿Y por qué no me dijeron lo que debía la semana pasada, si incluso pregunté?". Y el señor: "Saaaabe" [quién sabe]. "Bueno, está bien, gracias". "A usted, señorita [título que la mujer conserva esté casada o tenga 80 años], que le vaya bien y tenga un bonito día".

Coda
El señor Carlos Slim, dueño del monopolio Telmex, el tercer hombre más rico del planeta.

lunes, 19 de marzo de 2007

tríptico negro

He soñado que decapitaba a un tipo en una casa de la América profunda sólo porque había sido grosero conmigo (algo que ver con freír nopalitos, pero no recuerdo bien). Decido que lo mejor es deshacerme de él en el cubo de la basura: yo no soy de aquí y nadie lo conoce, quién se va a enterar. Alguien -no tiene un rostro reconocible- me recuerda que ya llevo dos asesinatos, y que puede que esta vez "se den cuenta". Agarro ese cadáver del que me habla -también sin cabeza-, y lo tiro al mismo cubo. Pero ya no es de noche, amanece a una velocidad inverosímil, y los vecinos y coches que pasan me miran. No tarda ni una hora en llegar la policía. Seguro que es pena de muerte. Me despierto sudando.
Al otro lado de la cama, también duermen nerviosos...

***

Ayer me dijeron que ver un zopilote es de mal agüero.
Vi un zopilote el domingo pasado a menos de tres metros de mí. De lejos parece un águila, pero a esa distancia, es un cuervo gigante con una cara minúscula de buitre. "¿Qué cara tendrías tú si comieras carne putrefacta?", pregunta alguien juicioso.

***

Se nubló el día. Y eso que empezó con un sol de 20 grados...

domingo, 18 de marzo de 2007

historias de ida y vuelta I

El padre de Julia llegó a México desde Utiel a principios de los años cuarenta, dejando en tierra valenciana a sus padres y hermanas. Aquí se casó con la madre de Julia, nacida mexicana, y prosperó, pero murió demasiado joven, con 47 años. Su esposa habló con las hermanas, a las que nunca conocería, y éstas le rogaron que jamás le contara a sus padres, ya ancianos: lo perdieron una vez, no resistirían una segunda. Sobrevivieron tres años más. Durante ese tiempo, la madre de Julia escribía a sus suegros como si fuera su marido, y, ahogando las lágrimas, leía las cartas dirigidas al hijo que vivía, feliz, en América.

sábado, 17 de marzo de 2007

Covadonga

A simple vista y si es temprano, parece la cafetería de un antiguo hogar del pensionista: amplio y diáfano como un salón de bodas, de techos altos y mobiliario de madera oscura barnizada, con viejos sentados fumando y componiendo la única música del local: un murmullo ruidoso que se eleva sobre los golpes de las fichas de dominó en la mesa. En una pared, una imitación mediocre y gigantesca de Los borrachos de Velázquez; en la otra, la cruz asturiana de la victoria, amarilla sobre fondo azul. "Covadonga". Un sitio tan mexicano no podía tener un nombre más español. La comida también hace honor a esta mezcla fundadora (del país): las croquetas se acompañan con salsa de chile; la tortilla, con jalapeños en escabeche; el pulpo a la gallega, con el doble de picante.

Ya a primeras horas de la noche se atisba la particularidad del sitio: en algunas mesas, aquí y allá, no son viejos los que juegan, beben y discuten, sino jóvenes (de una dilatada juventud que va de los 20 a los 50) ruidosos, cantores y parranderos, algunos de ellos cargados con cámaras y equipos de televisión. El Covadonga es el lugar de reunión de periodistas, escritores, editores y vividores varios, que van tomando el espacio poco a poco a partir de las diez de la noche. Aquí la intelectualidad no eligió un bar pequeño y ridículamente caro, donde pudieran sentirse lo snob que nunca serán, sino esto: un enorme antro perfectamente iluminado (esas luces blancas de neón que exacerban los estragos de la borrachera paulatina), lleno de humo, donde los camareros son señores de otro siglo a los que se les llama por su nombre y que pronto se aprenden el tuyo.

La primera vez que fui, me hipnotizó el ambiente: todos parecían conocerse, la gente se movía de una mesa a otra, las miradas furtivas volaban sobre habituales e inhabituales, el alcohol nublaba los sentidos. En una mesa cantaba el espontáneo de turno. Entre imitadores de Madonna y Frank Sinatra, me atreví a entonar un estribillo homenaje a la fusión de la que era testigo: "... que a mí no me duelen prendas de cantarte por rancheras, o por chotís o en zulú..." Aplausos, abrazos y risas. Reconciliación con la humanidad. Que se pare el planeta y me quiten lo bailao. Y una certeza física: este será uno de mis lugares en el mundo.

viernes, 16 de marzo de 2007

alebrije

1. m. Méx. Figura de barro pintada de colores vivos, que representa un animal imaginario.